Cuando hablamos de terror y suspense es difícil no recordar
al director británico Alfred Hitchcock. Él, mejor que nadie, supo dar un giro a
estos géneros tan explotados en la década de los cincuenta. Entre la película “Crimen perfecto” (1954) y “Los pájaros” (1963), surgen obras
maestras que las hacen únicas gracias a los encuadres, montajes y giros
argumentales que llegaban a provocar ansiedad o miedo. Sin embargo, la película
que más concentró aquellos dos géneros de terror y suspense, y considerada como
una de las mejores de la historia del cine, es “Psicosis”.
El juego psicológico
Básicamente trata de una joven secretaria llamada Marion
Crane que trabaja en una inmobiliaria. Debido a las deudas de su novio, Sam
Loomis, decide robar el dinero de su jefe y escapar. Hasta aquí el argumento es
normal si no fuera porque el director va preparando a los espectadores de lo
que va a ocurrir a lo largo de la película.
Comienza el suspense con los recelos de un policía y el
miedo a ser descubierta. En la huida la protagonista se adentra en un mundo
oscuro y de tinieblas. Rápidamente la envuelve la noche conforme llega una fuerte
tormenta sobre aquellos desolados parajes. Apenas puede ver la carretera hasta
que descubre las luces de un Motel. En la escena se suceden una serie rápida de
“imágenes y sonidos mentales”, acompañadas con chirriantes sonidos de
violines. A partir de ahí nos adentramos en 40 minutos de terrorífica neurosis.
Este tipo de montajes, que se darán a lo largo de la
película, nos adentran en la mente de la protagonista
para que sintamos la
misma tensión y miedo. Alfred Hitchcock juega con un espectador activo al que
desea integrarlo en la trama. Y lo terrorífico en este caso: nos obliga a
participar emocionalmente y sin la posibilidad de ayudar a la protagonista. Es
como vivir escenas de terror impotentes, con las manos y pies atados.
Finalmente, para martirizarnos del todo, nos pone una música magistralmente
“desquiciante” realizada con golpes de cuerda rítmicas que parecen una mezcla de
gritos femeninos y cuchillos afilándose.
Origen lleno de
suspense
En 1959 el escritor y guionista Robert Bloch escribió la
novela Psicosis inspirada en los crímenes del asesino en serie y ladrón de
tumbas de Wisconsin, Edward Theodore Gein. La primera edición del libro fue
todo un éxito a pesar de que nadie lo compró ya que Alfred Hitchcock se hizo
rápidamente con los derechos de autor por 9.500 dólares y compró todos los
ejemplares para que nadie pudiera conocer el final.
En principio Paramount
Pictures se iba a encargar de producir “Psicosis”
pero la vio demasiado repugnante para
un público de la época. Finalmente se encargó de financiarla Shamley Productions, con la que había
trabajado anteriormente.
Entre bastidores
El 11 de noviembre de 1959 comenzó el rodaje en los Estudios
Revue y con un presupuesto de 806.947,55 dólares. Se filmó con cámaras de 35 mm
y lentes de 50 mm. Estaba previsto que fuera en color para integrarla en la
serie televisiva "Alfred Hitchcock presenta", pero
finalmente se hizo como largometraje.
La casa donde transcurrió la trama se inspiró en el cuadro
de Edward Hopper titulado "Casa junto al ferrocarril" (1925), actualmente
expuesto en el MoMA de Nueva York.
Una de las escenas fundamentales de la película que supuso
un referente a la hora ce hacer cine de
suspense es la ducha. Realmente en la
novela Marion Crane moría decapitada y no apuñalada. La escena de la ducha fue
creación del mismo Hitchcock. Para conseguir el efecto subjetivo en 45 segundos
fueron necesarios 7 días de rodaje, 50 planos y 77 ángulos de cámara. La música
corrió a cargo del compositor Bernard Herrmann.
Por lo que se refiere a la música, en toda la película solo
se utilizaron instrumentos de cuerda. Y no por casualidad. En consonancia con
la imagen en blanco y negro, la cuerda pertenece a la familia orquestal más
uniforme en lo que a color tímbrico se refiere. En el caso de la ducha, se
llegó a un registro agudo extremo con una articulación violenta y agresiva. Esto
acompañado de movimientos rápidos de arco abajo se consiguió esa inconfundible
mezcla de grito femenino y cuchilladas.
La escena de la ducha fue interpretada por muchos como la
forma de limpiar o exculpar a la
protagonista del robo en la inmobiliaria, como si estuviera entrando en aguas bautismales. Lo que sí es cierto es que
Marion tuvo una terrorífica penitencia.
Una promoción
misteriosa
Todo fue puro secretismo antes del estreno. A los actores se
les prohibió hacer entrevistas y no se hicieron proyecciones privadas a los
medios de comunicación como era costumbre. Todo corrió a cargo de Alfred
Hitchcock para evitar posibles filtraciones. Incluso el tráiler de la película
consistió en imágenes del director enseñando el set y algunos detalles de la
película, acompañado de fondo con música de comedia.
Lo curioso es que, a pesar del gran éxito de taquilla, “Psicosis”
no fue estrenada en televisión hasta 1970, cuando Universal la adquirió.
La película fue nominada a cuatro premios Óscar que no
llegaron a concederse: mejor actriz, director, cinematografía en blanco y negro y dirección
de arte-set o decoración.