domingo, 1 de noviembre de 2020

¿Qué paranoicos secretos esconde Psicosis?

 


Cuando hablamos de terror y suspense es difícil no recordar al director británico Alfred Hitchcock. Él, mejor que nadie, supo dar un giro a estos géneros tan explotados en la década de los cincuenta. Entre la película “Crimen perfecto” (1954) y “Los pájaros” (1963), surgen obras maestras que las hacen únicas gracias a los encuadres, montajes y giros argumentales que llegaban a provocar ansiedad o miedo. Sin embargo, la película que más concentró aquellos dos géneros de terror y suspense, y considerada como una de las mejores de la historia del cine, es “Psicosis”.
 

El juego psicológico

Básicamente trata de una joven secretaria llamada Marion Crane que trabaja en una inmobiliaria. Debido a las deudas de su novio, Sam Loomis, decide robar el dinero de su jefe y escapar. Hasta aquí el argumento es normal si no fuera porque el director va preparando a los espectadores de lo que va a ocurrir a lo largo de la película.

 
Comienza el suspense con los recelos de un policía y el miedo a ser descubierta. En la huida la protagonista se adentra en un mundo oscuro y de tinieblas. Rápidamente la envuelve la noche conforme llega una fuerte tormenta sobre aquellos desolados parajes. Apenas puede ver la carretera hasta que descubre las luces de un Motel. En la escena se suceden una serie rápida de “imágenes y sonidos mentales”,
 acompañadas con chirriantes sonidos de violines. A partir de ahí nos adentramos en 40 minutos de terrorífica neurosis.


Este tipo de montajes, que se darán a lo largo de la película, nos adentran en la mente de la protagonista
para que sintamos la misma tensión y miedo. Alfred Hitchcock juega con un espectador activo al que desea integrarlo en la trama. Y lo terrorífico en este caso: nos obliga a participar emocionalmente y sin la posibilidad de ayudar a la protagonista. Es como vivir escenas de terror impotentes, con las manos y pies atados. Finalmente, para martirizarnos del todo, nos pone una música magistralmente “desquiciante” realizada con golpes de cuerda rítmicas que parecen una mezcla de gritos femeninos y cuchillos afilándose.
 
 

Origen lleno de suspense

En 1959 el escritor y guionista Robert Bloch escribió la novela Psicosis inspirada en los crímenes del asesino en serie y ladrón de tumbas de Wisconsin, Edward Theodore Gein. La primera edición del libro fue todo un éxito a pesar de que nadie lo compró ya que Alfred Hitchcock se hizo rápidamente con los derechos de autor por 9.500 dólares y compró todos los ejemplares para que nadie pudiera conocer el final.
 
En principio Paramount Pictures se iba a encargar de producir “Psicosis” pero la vio demasiado repugnante para un público de la época. Finalmente se encargó de financiarla Shamley Productions, con la que había trabajado anteriormente.
 
 

Entre bastidores

El 11 de noviembre de 1959 comenzó el rodaje en los Estudios Revue y con un presupuesto de 806.947,55 dólares. Se filmó con cámaras de 35 mm y lentes de 50 mm. Estaba previsto que fuera en color para integrarla en la serie televisiva  "Alfred Hitchcock presenta", pero finalmente se hizo como largometraje.

 
La casa donde transcurrió la trama se inspiró en el cuadro de Edward Hopper titulado "Casa junto al ferrocarril" (1925), actualmente expuesto en el MoMA de Nueva York.
 

Una de las escenas fundamentales de la película que supuso un referente a la hora ce hacer cine de
suspense es la ducha. Realmente en la novela Marion Crane moría decapitada y no apuñalada. La escena de la ducha fue creación del mismo Hitchcock. Para conseguir el efecto subjetivo en 45 segundos fueron necesarios 7 días de rodaje, 50 planos y 77 ángulos de cámara. La música corrió a cargo del compositor Bernard Herrmann.

 
Por lo que se refiere a la música, en toda la película solo se utilizaron instrumentos de cuerda. Y no por casualidad. En consonancia con la imagen en blanco y negro, la cuerda pertenece a la familia orquestal más uniforme en lo que a color tímbrico se refiere. En el caso de la ducha, se llegó a un registro agudo extremo con una articulación violenta y agresiva. Esto acompañado de movimientos rápidos de arco abajo se consiguió esa inconfundible mezcla de grito femenino y cuchilladas.
 
La escena de la ducha fue interpretada por muchos como la forma de limpiar o exculpar a la protagonista del robo en la inmobiliaria, como si estuviera entrando en aguas bautismales. Lo que sí es cierto es que Marion tuvo una terrorífica penitencia.
 
 

Una promoción misteriosa


Todo fue puro secretismo antes del estreno. A los actores se les prohibió hacer entrevistas y no se hicieron proyecciones privadas a los medios de comunicación como era costumbre. Todo corrió a cargo de Alfred Hitchcock para evitar posibles filtraciones. Incluso el tráiler de la película consistió en imágenes del director enseñando el set y algunos detalles de la película, acompañado de fondo con música de comedia.
 
Lo curioso es que, a pesar del gran éxito de taquilla, “Psicosis” no fue estrenada en televisión hasta 1970, cuando Universal la adquirió.
 
La película fue nominada a cuatro premios Óscar que no llegaron a concederse: mejor actriz,  director, cinematografía en blanco y negro y dirección de arte-set o decoración.

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